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La luz de París es sólo

Comparable al brillo

de un diamante.

Elizabeth Taylor

¡Oh la la París!

En el programa de hoy vamos a recorrer París e impregnarnos de la esencia de “la vie y el charm parisienne”. Para ello, lo mejor será alojarnos en un hotel céntrico que nos permita movernos cómodamente por la Ciudad de la Luz.

Os proponemos empezar la visita en uno de los puntos neurálgicos de la ciudad como es la Place de la Concorde, confluencia de los Campos Elíseos y el Jardín de las Tullerías(con el Louvre al fondo). Es una plaza con mucha historia, algunas un poco sangrientas pues fue escenario de más de mil ejecuciones en época de la Revolución Francesa. Allí  fueron ejecutados María Antonieta y Luis XVI. A destacar en la plaza el Gran Obelisco central, donado por el virrey de Egipto, procedente de la ciudad de Luxor y con más de 3000 años de antigüedad. En una de las esquinas de la plaza el mítico y clásico Hotel de Crillón. Merece una visita su lobby.

A escasos metros del Hotel de Crillón tomaremos la Rue Royale y, al principio, en el número 3 se encuentra el famoso restaurante Maxim´s fundado en 1893, propiedad de Pierre Cardín y decorado en art nouveau, y que tuvo su máximo esplendor en la Belle Époque al que acudían famosos personajes.

Continuamos hasta alcanzar la Iglesia de La Madeleine, impresionante edificio de estilo neoclásico y que más que una iglesia es un diseño más propio de los templos clásicos de la Antigua Grecia. Dentro de la iglesia nos sorprende su tenue iluminación, que incluso le da más encanto junto al minimalismo que se respira por el escaso mobiliario existente. Si destaca su órgano de tubos, uno de los mejores de Francia.

Muy cerca de la iglesia, en la misma plaza de la Madeleine, dos referencias gastro muy francesas como son las tiendas de Fauchon con todo tipo de delicatesen y la Boutique Maille famosa por su especialidad en mostazas de todos los aromas y sabores.

Seguimos nuestro recorrido por el Boulevard de Capucines y nos iremos sorprendiendo por la gran belleza arquitectónica de los edificios que encontramos a nuestro paso. Llegamos a la Ópera Garnier, la más antigua pues también está la Ópera de la Bastilla, ambas forman parte de la Ópera Nacional de París. La Ópera Garnier bien merece una visita a su interior y nos conformarnos solo con la espectacularidad exterior de su edificio neobarroco del siglo XIX. Obra del arquitecto Garnier por orden de Napoleón en su interior lujo y opulencia por cualquier lado. Sorprende, además de su platea, su fabulosa escalera principal en mármol blanco con balustrada en mármoles verde y rojo. Aquí imprescindible foto.

Y si tu visita a la ópera coincide con la hora del almuerzo te aconsejamos comer en Opera Garnier Restaurante, a pie de calle donde disfrutarás de cocina francesa moderna entre sinuosas paredes, espacios curvilíneos y alfombra roja en suelos que contrastan con el blanco de sus paredes. También, y este más reciente, está su otro restaurante Coco con aires de Napoleón III y una estupenda terraza donde comer.

Después de comer, para bajar la comida, pasearemos por la Avenue de l´Ópera para llegar al lugar donde se concentran las joyerías más prestigiosas: Place Vendóme, una de las plazas más famosas de París donde lujo y opulencia se fusionan. En el centro su famosa gran Columna Vendóme que imita a la Columna de Trajano de Roma. En uno de sus edificios el famoso Hotel Ritz.

Haciendo esquina con Place Vendóme nos encontramos con la Rue Saint-Honoré, calle en la que se concentran el mayor número de tiendas y boutiques de lujo, así que prepara la cartera pues ha llegado el momente shopping, ese deporte que tanto nos gusta a los presentadores de este programa. Aquí dos paradas interesantes, la primera será en Colette, tienda multimarca de moda y donde las firmas más innovadoras presentan sus últimas tendencias. Tienen un espacio donde poder tomar un café o comer. El otro lugar es el Hotel Costes, un sofisticado lugar que a mi personalmente me encanta y desde hace una década frecuentado por un público selecto y cosmopolita. Con decoración peculiar con maridaje de minimalismo con barroquismo y su iluminación tenue contribuye a acreditarle más aún sofisticación y cierto halo de romanticismo. Vuelve y aprovecha para cenar, tomar una copa o al día siguiente para comer en su terraza jardín. Son muy estrictos con el “dress code” y si te gusta la música cómprate alguna de las ediciones de música en CD producidos por los DJs más prestigiosos del mundo.

Y aprovechando en la zona que estamos vamos a ver otros importantes monumentos y edificios como el Palais RoyalLa Comedia Francesa y encontrarnos con el grandioso Museo del Louvre al que volveremos en otro momento de nuestra estancia para ver la exposición de Leonardo da Vinci.

Te recomendamos cruzar al otro lado del Louvre y dirigirte al Pont Neuf (Puente Nuevo) donde te sugerimos tomar un bateaux mouches y recorrer el Sena para ver parte de la ciudad desde otra perspectiva. Bájate en la parada de Torre Eiffel y aprovechar para cenar en el monumento más icónico de la ciudad en su restaurante Jules Verne (eso si deberás tener reserva previa) un referente de “la factoría Ducasse” y del savoir faire gastro francés. No obstante una recomendación es almorzar en lugar de cenar pues el ambiente es más tranquilo y casi más elegante.

Y si después de cenar aún tenéis el cuerpo para “marcha” podéis visitar algún club. Castor Club con su aire clandestino puede ser una opción u otros dos míticos de París como Chez Castel (movida de los 60) y una vieja gloria de la noche parisina como es Le Montana.

Mucho arte

Amanece un nuevo día en París y hoy vamos a dedicarlo al arte. Este otoño es difícil superar la oferta cultural de París con exposiciones dedicada a Picasso (Museo Picasso), Toulouse Lautrec (Grand Palacios) pasando por Francis Bacon (Centro Pompidou) o el mismísimo Greco (también en el Grand Palais) pero la exposición de las exposiciones es la que podemos ver en el Museo del Louvre dedicada a Leonardo Da Vinci, una muestra dedicada a este gran artista del Renacimiento que podremos ver hasta el 24 de febrero de 2020 antes de abrir sus puertas ya había vendido más de 100.000 entradas. Si quieres ir debes reservar antes tu entrada en la página web del museo.

Esta espléndida exposición, que conmemorá los 500 años desde la muerte del genio florentino, muestra el recorrido artístico, humano e intelectual de uno de los mayores genios de todos los tiempos. Su sensibilidad y grandiosidad podréis apreciarla a través de sus pinturas y manuscritos, pero también su enorme creatividad, a través de sus descubrimientos científicos e ideas como inventor.

Podremos ver sus grandes obras como El Hombre de Vitrubio, seguro una de las obras que acaparará más interés, una visión del hombre como centro del Universo, la Madona de Benois, el Músico, etc y sus llamativos manuscritos en los que llaman nuestra atención los dibujos y esquemas. Ausente de esta exposición está La Gioconda pero lo tenemos fácil pues, como sabéis, esta obra maestra se exhibe en este mismo museo del Louvre en la remodelada Sala de los Estados.

Pero para hablar de arte y de esta exposición nada mejor que hacerlo de la mano de un gran experto. Por eso hoy, tenemos el placer de recibir en “Estilo y Finanzas” a Fernando Rayón, Editor-Director de la prestigiosa revista de arte ARS MAGAZINE, además de tertuliano en programas de radio, etc etc.

Impresionados por la exposición de Leonardo os proponemos dirigiros al cercano barrio de Le Marais (significa marisma), un barrio para callejear por su tapizado de adoquines y sentir lo más cool de París, sus tiendas, galerías de arte y restaurantes merecen la pena coger un avión.

Un punto de partida para recorrer el Marais, el que fue barrio judio de la ciudad, sería la plaza de los Vosgos, la más antigua de París 1612, que te recomendamos recorrer, tanto por el jardín central como por sus galerías circundantes donde te encontrarás con cafés y restaurantes con mucho carácter y de lo más trendy, galerías de arte y de anticuarios con obras magnificas. Aquí, en una de las esquinas de la plaza, se encuentra la Casa de Víctor Hugo que podrás visitar. Y en otra esquina, la entrada trasera de la aristocrática Mansión Hotel Sully. Muy cerca también el Museo Picasso.

Después hay que callejear para descubrir sus patios escondidos, pequeñas tienda de moda, hoteles y coquetos cafés y restaurantes tendencia y todos ellos con una estética muy cuidada. Y como callejeando nos habrán entrado ganas de reponer fuerzas lo mejor es comer o hacer un brunch en algunos de los restaurantes del barrio, opciones no nos van a faltar. Y después de comer seguir paseando y practicar nuestro deporte favorito: el shopping.

Y ya que estamos hablando de arte y exposiciones, si tienes pensado viajar a París a partir del 20 de febrero hasta el 20 de julio y te gusta el mundo de la moda, te recomendamos visitar la exposición del maestro zapatero Christian Louboutin (los de las suelas rojas y tacones de aguja) que estará en el Palais de la Porte Dorée. Más de 300 pares de zapatos envueltos en un contexto inmersivo donde el arte y la moda se funden en una sola disciplina con la suela roja como protagonista y que reunirá las piezas más preciadas de la colección personal de Louboutin así como préstamos de otras colecciones.

Estas piezas icónicas se expondrán junto a una serie de colaboraciones exclusivas como es el caso del director y fotógrafo David Lynch la coreógrafa española Blanca Li y en espacio que tanto ha significado para el zapatero Louboutin pues de niño vivía muy cerca del Palacio de la Porte Dorée y se sintió tan fascinado por su arquitectura que algunos de sus primeros zapatos se inspiraron en las formas arquitectónicas y detalles del edificio.

Y hoy para cenar nos merecemos darnos un homenaje y un restaurante emblemático y legendario como es La Tour d´ Argent, lugar de culto entre la jet set internacional y los mejores gastrónomos. Este restaurante, junto con Maxim´s eran el epítome del lujo y grandeza de la cocina francesa.

Su dueño dijo una frase que hace honor a la gran carta del restaurante: “no hay nada más serio que él placer”, y el placer de disfrutar de la cocina de La Tour D´ Argent se continúa manteniendo en esta gran espacio gastronómico cuya cocina clásica sigue sorprendiendo como sorprende ese fantástico foie gras de oca y ese caneton Delair cuya ceremonia a la hora del servir es pato es un referente de la gran cocina francesa. Su bodega es magnífica. 

Pero no debemos abandonar París sin hablar sobre otros muchos lugares emblemáticos, muchos de ellos de visita imprescindible. Hoy vamos a caminar por sus bulevares haussmanianos,  espléndidos jardines, algunos de ellos escondidos, majestuosos edificios neoclásicos, etc.

Empezamos por la Catedral de Notre-Dame (1163-1345) de estilo gótico y situada en la isla de la Cite, y que recientemente ha sufrido grandes daños por un incendio que se produjo el pasado 15 de abril que dañó principalmente la techumbre, rosetones y la caída total de la aguja central . Sin duda uno de los iconos de la ciudad de París y dedicada al culto católico. Destacan los arbotantes y las gárgolas que tanto le gustaban al Jorobado de Notre-Dame (Quasimodo que se enamora de la gitana Esmeralda). En ella hitos históricos han tenido lugar: Coronación de Napoleón Bonaparte (1804), Beatificación de Juana de Arco (1909)…

Y cerca de Notre-Dame, en la misma isla de la Cité, se encuentra la Santa Capilla (o capilla Real de la isla de la Cité), un templo gótico  que fue construido entre 1242 y 1248 concebido como un joyero destinado a albergar las reliquias adquiridas por el Rey San Luis de Francia, que la convirtió en un gran relicario. Destacan sus policromadas vidrieras que se iluminan gracias a la luz que entran por los altos ventanales ya que en esta construcción apenas hay muros.

Después tenemos la opción de adentrarnos en el pintoresco Barrio Latino (debe su nombre porque en la Edad Media los habitantes de la zona eran estudiantes y usaban el latín para comunicarse. Hay que recorrer sus calles y vivir su ambiente bohemio y universitario, pues en él se encuentra la Universidad de la Sorbona. Recorrer sus calles es toda una experiencia donde encontraremos fantásticas librerías y cafés con terrazas para sentarse y contemplar cómo se mueve El Barrio.

Aconsejamos pasear a orillas del Sena hasta alcanzar el bello puente de Alejandro III pero antes nos encontraremos uno de los museos más importantes del mundo, sino el mejor, dedicado al impresionismo. Nos referimos al Museo d´ Orsay que se creó a finales del XIX como estación ferroviaria para la Exposición Universal de París (1900). En él la mejor colección de obras impresionistas del mundo, pintura y escultura. Si te gusta Degas, Manet, Monet, Renoir, Cézanne, Van Gogh, Gauguin, Pisarro o Delacroix entre otros, debes visitarlo. Merece la pena.

Por fin llegamos al puente más bello de París, al menos para mi, Puente Alejandro III. Propio del estilo Beaux Arts y símbolo de la Belle Époque fue inaugurado en 1900 por el zar Nicolas II de Rusia y construido para la Exposición Universal de París. Con 40 m de ancho y 109 m de longitud fue declaradoPatrimonio de la Humanidad por la Unesco, cruza el río Sena uniendo la plaza de los Inválidos con los palacios Grand Palais y Petit Palais, palacios sede de importantes exposiciones y eventos como los grandes desfiles de Chanel.

En el puente destacan las estatuas “las Ninfas del Sena”, que representan a Francia, y a “las Ninfas de Nevá”, a Rusia. Destacan las 42 farolas de bronce que, en las noches cuando se iluminan, realzan aún más la belleza del puente y del Sena.

Si Napoleón y su historia te atrae puedes acercarte al Palacio Nacional de los Inválidosdonde se encuentra la tumba de Napoleón y que fue construido en el siglo XVII por orden del  rey LUIS XIV como residencia para los soldados franceses que lucharon en contiendas bélicas. En el impresionante edificio llama la atención su cúpula, decorada en dorados y que destaca en el skyline de la ciudad, así como el lugar donde reposan los restos del emperador Bonaparte, de su hijo Napoleón II y de algunos militares franceses destacados.

Tomaremos dirección hacia los edificios del Grand Palais Petit Palace y, al pasar junto a ellos, veremos la grandiosidad de ambos en estilo neoclásico que se construyeron para la Exposición Universal de 1900 y en los que destacan sus inmensas cúpulas acristaladas. En el Grand Palacio, la parte de las Galeries Nationales organizan grandes exposiciones, sobre todo de pintura. La Nef, es la nave central de 240 metros de largo acoge grandes eventos nacionales e internacionales. En cambio, el Petit Palace está situado sobre los mismos Campos Eliseos y alberga el Museo de Bellas Artes de la Ciudad de París con más de 1300 obras de diferentes estilos. En su interior un bello patio semicircular ajardinado y su fachada principal tiene 150 m de largo y su cúpula como las columnas jónicas del gran porche, nos recuerdan al Hospital de los Inválidos.

Aprovechando que ya estamos en los Campos Eliseos, la mayor avenida de la ciudad con casi 2 kilómetros de longitud vamos a recorrerlos. Las grandes avenidas anchas y rectas son características de la sociedad barroca y los Campos Elíseos es un claro ejemplo de ello. A ambos lados de la gran avenida grandes tiendas de firmas de lujo, restaurantes, hoteles de lujo y lugares tan icónicos el famoso Lido de París con sus fantásticos espectáculos de cabaret y famosas bailarinas y la famosa pastelería Ladurée que dice ser la creadora del macaron, una golosina en la que solo esa tienda vende más de 15.000 unidades al día y que sería el primer Salón de Té de París en 1930. 

Y para los que nos gusta la moda partiendo de los Campos Elíseos tenemos que recorrer la Avenue Montaigne en donde encontramos las más relevantes firmas de lujo: Gucci, Dior, Jil Sánder, Ralph Lauren, Dolce & Gabbana, Loewe, Louis Vuiton, Chanel, Givenchy, entre otras, así como lujosos hoteles y restaurantes. Una calle muy agradable de pasear y mucho más tranquila que la Rue Saint-Honoré otro referente de la moda lujo.

Llegamos al Arco del Triunfo y antes de contemplar la belleza y detalles del monumento fíjate en el tráfico de la plaza que es un caos que extraña verlo en una ciudad tan cosmopolita como París.

Más allá del Arco una zona de la ciudad mucho más moderna como es el Barrio financiero de La Defense. Si vas con tiempo, desde el Arco del Triunfo sale la Avenida Kléber que caminando te llevará hasta la Plaza Trocadero donde se encuentra el Palais de Chaillot, los Jardines de Trocadero y muy cerca el centro expositivo Palais de Tokio.

Pero París es mucho más, una ciudad que para conocerla bien hay que visitarla varias veces y, en cada viaje, dejarte algo para ver en el siguiente. En cualquier caso hacer una escapada de 2 o 3 noches es más que suficiente para enamorarte de París. ¡Seguro que vuelves! porque París no solo merece una misa sino muchas más.

Sigue frase de cierre…

“París responde a todo lo

que el corazón desea.

Uno puede divertirse, aburrirse,

reír, llorar o hacer lo que se 

le antoje sin llamar la atención, 

puesto que miles de personas

hacen otro tanto…

Y cada uno como quiere”

Frédéric Chopin