En el número 45 del Paseo de la Castellana, escondido entre grandes portales, se encuentra una puertecita que, tras subir unas cuantas escaleras, aparece Around Lounges. Un sofisticado club privado donde los afortunados socios pueden disfrutar de un espacio para el ocio, trabajo, intelecto…

Conociendo sastrerías: Maison Drapers

En este lugar me encuentro con Manuel Ruano y Raúl Vidal, dos juristas que les une la misma pasión, la moda. Esto mismo es lo que les hace aventurarse en esta empresa que a simple vista puede parecer muy osada, pero la satisfacción personal que otorga hace que merezca la pena.

Según Manuel, Maison Drapers nace de la pasión por el mundo de la sastrería que le llevo a dejar su profesión, la abogacía, y formarse en este apasionante oficio. Cuenta como en menos de un año paso de hacer pruebas de trajes a familiares a que se le diese la oportunidad de formar parte de Around con el servicio de sastrería.

Conoció a Raúl en octubre de 2018, donde le presento el proyectó y este no dudo en subirse al barco. Raúl sigue dedicándose a la abogacía, pero siempre deja claro que su verdadera pasión es la moda en una línea más sartorial.  Raúl, aparte de ser el Brand manager de Maison Drapers y abogado, es conocido en Instagram por los looks que comparte con sus más de once mil seguidores. Según él, a pesar de que no se quiere encasillar en ninguno en especial, su estilo es, haciendo mías sus palabras, el ir a caballo en el clásico londinense y lo que es la sastrería italiana más moderna. También se siente muy influido por la ivy league y en el smart casual.

Ofrecen dos tipos de servicio, el tradicional Bespoke y el MTM (Made to Measure). Por un lado, en el primero, todo empieza con una toma de contacto con el cliente donde el sastre le asesora en todo lo que estará relacionado con la confección de su traje 100% artesanal. El resultado de este, será una pieza, con más de 50 horas de trabajo, única para cada cliente. Manuel cuenta como este proceso tiene más de 200 años de historia y la exclusividad que este otorga a su dueño. Por otro lado, el servicio MTM, que tiene una mano de obra semi-artesanal. Para su co-fundador, tener un bespoke es algo que no se puede describir, es una pieza única completamente adaptada a la forma del cuerpo.

En este mismo club tienen su sede, pero lo que quieren llegar a ser es una sastrería itinerante que busque expandir este trabajo. Para ello, también realizan talleres de sastrería para que llegue a mucha más gente. El primero de ellos fue el pasado 15 de febrero en el mismo club.

Aquí os dejo unas respuesta y opiniones con las que me explicaron un poco más de cerca este mundo.

¿Cuál es vuestra visión de la sastrería española a nivel nacional e internacional?

Manuel Ruano: en España hay grandes artesanos y grandes sastres, pero nosotros no nos vendemos igual ni que los italianos, ingleses o franceses. A nosotros nos falta ese punto de saber vendernos porque creo talento hay de sobra, deberíamos saber adaptarnos y saber renovarnos mejor.

Raúl Vidal: quizá sea culpa de la propia industria el hecho de no saber proyectar o no tener la capacidad de influenciar en la sociedad española ese gusto por el hecho a medida que en otros países sí que hay.

¿Qué cualidades ha de tener una persona que quiera dedicarse a la sastrería a nivel profesional?

M.R.: yo creo que para la sastrería, y para cualquier profesión, lo importante es tener pasión por lo que haces y seguro que el resto viene solo.

R.V.: en lo que a mí se refiere, trabajo 24 horas los 7 días de la semana. Salgo del trabajo y vengo aquí, ya que tengo que conjugarlo con la propia firma. Los fines de semana a generar contenido en las redes sociales que cobran gran relevancia hoy en día. Con esto quiero decir que estoy invirtiendo mucho esfuerzo porque es mi pasión. Al final, disponer de tiempo para dedicárselo a algo que te ilusione, llene y emocione nunca falta.

¿Qué trajes no pueden faltar en el armario de todo hombre?

M.R.: un traje azul marino, un smoking y tres piezas en cuadro de gales.

R.V.: coincido con Manuel. Él y yo no nos conocíamos y, seguramente, este tipo de coincidencias sean la explicación de que hoy estemos donde estamos. Es muy curioso, pero hemos tenido la misma elección.

¿Un referente?

M.R.: para el día a día sigo bastante el ejemplo de Carlos Castillo de Man 1924. Para un evento me inspira mucho David Gandy, Rafael medina.

R.V.: es difícil encasillarme, pero si tengo que quedarme con alguien me quedo con el Duque de Edimburgo.

¿Qué importancia tiene el protocolo hoy en día?

M.R.: Depende de la situación y lo que demande el evento. Si vas a una boda lo ideal es llevar un traje y siempre unos Oxford negros, incluso puedes ponerte unos monks, aunque yo soy más partidario, salvando determinadas barreras, de que cada uno pueda disfrutar de la moda como quiera. Nosotros tenemos un espíritu más juvenil que queremos plasmar en nuestra marca. Pero siempre hay que respetar un poco la situación.

R.V.: para mi si guarda relevancia. Algo muy controvertido: la vestimenta en los centros de trabajo. No diré que haya que obligar a llevar una determinada indumentaria, pero sí soy un firme defensor de guardar cierto decoro y, en ocasiones, te encuentras personas inadecuadamente ataviadas para su puesto de trabajo. A mi juicio, nuestro atuendo cobra importancia en la forma en que nos proyectamos y repercute directamente en el cómo nos perciben los demás. En cuanto al Dress code a la hora de acudir a un determinado evento, bien es cierto que quizá se haya perdido esa tradición, pero yo conservo la costumbre de preguntarlo siempre antes de decidir mi vestuario para una ocasión determinada.

¿Es la moda el enemigo?

M.R.: el mundo de la sastrería siempre ha sido un mundo más serio. De aquí viene que no hayamos sabido renovar y mirar cara el exterior.

R.V.: no creo que las modas sean un enemigo, simplemente deberíamos utilizarlas

como un aliado para intentar acercar la sastrería a generaciones venideras.

¿Qué es el lujo?

M.R.: para mi es el disfrutar de lo que uno hace. Tener tiempo es un lujo.

R.V.: ser dueño de tu tiempo.

¿A qué aspiráis profesionalmente?

M.R.: a seguir haciendo lo que me gusta, a ser un referente dentro de la moda tanto a nivel nacional como internacional.

R.V.: me gustaría dedicarme 100% a la moda, ahora mismo me ocupan muchas otras cosas y disfruto con cada una de ellas, pero la industria textil es mi pasión.

¿Un consejo de estilo?

R.V.: dota de un toque clásico y atemporal a tus elecciones de vestuario para las ocasiones especiales.

Son dos personas con estilos diferentes, según me cuentan. Tienen la misma forma de entender la moda, pero diferentes de proyectarlas. Así nace Maison Drapers.